Cuando queremos atribuir una característica humana o animal a algo que es inanimado es cuando estamos utilizando el recurso lingúistico que se conoce como personificación. Son varios los ejemplos que os podemos enumerar para que entendáis mejor en que consiste de modo que os explicamos a continuación, cuáles son los mejores Ejemplos de Personificación.
La personificación
La personificación (a veces también llamada prosopopeya), es una figura estilística (no solo literaria), mediante la cual se dota de atributos humanos a animales o elementos inanimados. Según define la RAE (Real Academia Española de la Lengua) es una figura que consiste en atribuir a las cosas inanimadas o abstractas, acciones y cualidades propias de seres animados, o a los seres irracionales las del hombre.
De este modo, cuando queremos utilizar la personificación como recurso, podemos comprobar como es capaz de ser aplicada en múltiples registros, sensorial y espiritual, visible e invisible, concreto y abstracto y su uso consiste en hechos, opiniones y creencias.
A continuación te muestro algunos ejemplos de personificación, con los que te quedará completamente claro el concepto.
Ejemplos de personificación
Pese a que la personificación es un recurso muy ampliamente utilizado en las fábulas, donde los animales adquieren cualidades humanas, lo cierto es que, tal y como demuestran los siguientes ejemplos de personificación, se trata de un recurso habitualmente utilizado incluso en el habla común:
* “La naturaleza es sabia”: En este dicho popular se le atribuye la cualidad de la sabiduría, propiamente humana, a la naturaleza, que es un concepto abstracto.
* “Las estrellas nos miraban / mientras la ciudad sonreía”: Las estrellas no miran, ni las ciudades sonríen. En esta rima de P. del Castillo, se hace uso de la prosopopeya.
* “Vetusta, la muy noble y leal ciudad […]”: En este fragmento de La Regenta, de Clarín, se está personificando a la ciudad, que no puede ser ni noble ni leal, puesto que son características humanas, no de seres inanimados.
*»El jardinero añadió amorosamente el estiércol a sus cosechas, creyendo que estaba haciendo flores felices». El elemento humanizado con las flores al darles la cualidad del sentimiento humano de la felicidad.
* “El árbol, con sus manos, peinaba a su novia sauce”: Este es un ejemplo muy bueno de personificación. Los árboles no tienen ni manos ni cabellos, tampoco pueden tener novia, y tampoco pueden realizar acciones tales como peinar. Sin embargo, gracias a la prosopopeya, esta frase nos evoca una imagen bella y nítida al mismo tiempo.
Veamos ahora otros muchos ejemplos de personificación:
- El coche voló por los aires
- El camión se quejó de lo viejo que era
- El destino clamaba su venganza
- El lobo sonreía ante su presa
- El motor del coche está descansando
- El ordenador se niega a despertarse
- El otoño pintó de castaño el bosque
- El pastel gritaba ¡cómeme!
- El pozo guarda muchos secretos
- El río rugió con fuerza
- El invierno pintó de blanco el bosque
- El lago abrazó las corrientes
- El viento movía los árboles con furia
- El tiempo coloca a cada uno en su lugar
- El zorro habló con los conejos
- La soledad le atrapó el corazón
- La vida no era vida sin ella
- La música alegraba los corazones
- La música amansa a las fieras
- La calle rugía de gente
- La habitación dormía tranquila
- El coche era veloz como una gacela
- La bandera gritó ¡libertad!
- El centenario árbol me contó su historia
- El halcón perdonó al conejo
- El horno cantó el plato ya preparado
- El libro se resistía a ser leído
- El alma voló hacia el cielo
- El afluente se casó con el río principal
- La botella chupó de él hasta dejarle sin vida
- Nueva York es la ciudad que nunca duerme
- La naturaleza festejaba la llegada de la primavera
- El acueducto les observó silencioso
- El aire trajo noticias tuyas
- El bosque bendeció a los recién llegados
- El país se alzó en armas contra el invasor
- El pozo se tragó a los animales
- El puente recordaba los carros que pasaron por él
- El río recuerda su cauce natural
- El vacío les abrazó con fuerza
- El viento peinaba sus cabellos sin cesar
- El viento me lo ha dicho
- El terror les abrazó con fuerza
- El cofre del tesoro durmió diez años enterrado en la isla
- El verano apaciguó su depresión
- La apatía se apoderó de su voluntad
- La bicicleta dormía colgada en el garaje
- La zona despertó con las bombas
- La brisa susurró una vieja canció
- La ciudad despertó de su letargo
- La estatua les saludó a su llegada
- La guitarra gemía ante el rasgueo de sus cuerdas
- La locura le despertó de su sueño
- La luna nos miraba desde el cielo
- La luna dormía sin brillo en el cielo
- La mar se tragó el barco
- La marea catapultó los barcos en la orilla
- La montaña les miró desafiante
- La moto tosió un montón de aceite
- La muerte le sorprendió mientras dormía
- La naturaleza lo sabe todo
- El mar rompió contra las olas
- La niebla susurró a las embarcaciones
- La noticia viajó rápidamente
- La patria le amaba por encima de todo
- Las piedras de esta vieja abadía hablan
- La piscina se bebió diez botellas de cloro
- La pluma derrotó a la espada
- La primavera sonrió a los rosales y les dio un caluroso abrazo
- La tormenta se vengó de los lugareños
- La vida le entregó todo tipo de riquezas
- La selva llamó a los animales
- Las campanas cantaron su dulce melodía
- Las hojas se cambiaron de ropa con la llegada del otoño
- Las olas bailaban en el mar con los delfines
- Las nubes dibujaban figuras en el cielo
- Suena el llanto de la guitarra
- Su apellido le abrió las puertas de la dirección
- Su casa vigilaba toda la vega desde el cerro
- Esa foto desató la envidia de todos
Como puede verse, la personificación es un recurso estilístico muy frecuente, tanto en el arte como en el habla cotidiana. Es por ello que conviene conocerlo y saber identificarlo, para poder disfrutar completamente de cualquier conversación o lectura. Espero que con estos ejemplos de personificación te haya quedado más claro qué son y para qué se utilizan.
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