El Kriptón es un elemento químico de la tabla periódica, es un gas noble de peso atómico 36, y su nombre proviene del adjetivo griego κρυπτός, el cual al traducirlo sería denominado como oculto o elemento oculto. Los ejemplos de Kriptón en la actualidad no son tan diversos, es más, son escasos, principalmente en los procesos de fusión nuclear y de la formación de uranio atómico. Este gas noble tiene características únicas, como no poseer aroma u olor alguno y ser insípido, y al estar en su forma sólida es de color blanco de estructura cristalina similar a la forma que presentan los demás gases nobles. Dicho elemento es inerte por sí solo, se utiliza para hacer combinaciones y mezclas con el flúor, el hidrógeno y nitrógeno (tanto separados como unidos en forma de agua).
También se han sintetizado clatratos con hidroquinona y fenol, el Kriptón es el primero de los gases nobles en orden del período para el que se ha definido un valor, su configuración electrónica corresponde a [Ar]3d10 4s2 4p6, siendo el próximo gas noble luego del Argón, contando con un peso atómico de 83,798 en la escala Dalton, densidad de 3,708 kg/m3, un punto de fusión de 115,79 Kelvin (-157 °C), de ebullición de 119,93 Kelvin (-153 °C) y el más volátil de los gases nobles.
A pesar de ser un elemento inerte, el kriptón natural está constituido por seis isótopos estables y se han caracterizado diecisiete isótopos radiactivos, los cuales al ser accionados son altamente volátiles e inflamables, al igual que el Xenón (elemento número 54 en la tabla periódica, y el siguiente gas noble luego del Kriptón), dicho elemento escapa con facilidad de las aguas superficiales de la tierra, por lo que se ha usado para datar antiguas ríos de aguas que se encuentran por debajo de la tierra entre 50.000 y 800.000 años. Además, en su estructura isotópica, presenta en Kr-81, como producto de reacciones atmosféricas con los otros isótopos naturales, es radiactivo y tiene un periodo de semidesintegración de 250.000 años.