Al mencionar los impuestos directos forman parte de un gravamen el cual una institución estatal, regional o local que establece sobre la renta, los impuestos directos son soportados en su totalidad por el individuo que lo paga y no puede ser transferida a otra entidad. Por eso un ejemplo de impuesto directo puede ser el pago que le tenga que hacer un particular al estado.
Qué son los impuestos directos
Los impuestos directos son un tipo de impuesto que se aplica sobre la manifestación inmediata o de forma directa en la capacidad o posibilidades económicas, ya sean la posesión de un patrimonio o con la obtención de una renta.
Los impuestos directos afectan al poder adquisitivo y al patrimonio. Como es lógico, aquella persona física que tiene más pagara más impuestos directos por el simple hecho de ganar ese dinero y tener posesiones.
Otra definición para impuestos directos es cuando gravan la manifestación de origen directo de la capacidad económica del sujeto pasivo. Éstos son un total de cinco en el sistema tributario estatal, y se clasifican a su vez en impuestos sobre la renta y sobre la riqueza. Ahora vamos a hablar sobre los impuestos sobre la renta: Es un impuesto general, el cual tiende a corregir los errores o defectos de los otros impuestos. Muchos economistas lo consideran como el impuesto del porvenir, destinado a reemplazar a todos los demás. En este impuesto podemos tomar en cuenta la condición personal del contribuyente, su familia, sus deudas, etc.
Se considera como renta, desde el punto de vista impositivo, a la riqueza que afluye durante periodos más o menos definidos y de la que su propietario pueda disponer sin que esto afecte su capital. En la actualidad tiende a generalizarse en todos los países por sus condiciones de equidad y la mayor sencillez de su aplicación.
Antes de continuar, estaría bien que supieras:
Por qué hay o se pagan impuestos directos
¿Por qué los ciudadanos debemos pagar impuestos? Es una forma de financiamiento que tiene el Estado para poder mantener los servicios ofrecidos y el estado de bienestar a sus ciudadanos.
Para que os podáis hacer una idea, en 2016, el apartado de ingresos del Estado de los Presupuestos Generales del Estado de este año refleja una recaudación por IRPF de unos 76.000 millones de euros, lo que supone un crecimiento de casi un 4% respecto al año pasado. Por otro lado, la recaudación por el Impuesto de Sociedades aumentará hasta casi el 6% con los 25.000 millones de euros. El IVA también ha crecido un 4 % con los casi 63.000 millones de euros y los Impuestos Especiales ascienden al 0,8% hasta los 21.000 millones de euros.
Diferencias de los impuestos directos con el resto de impuestos
La diferencia de los impuestos directos respecto a los demás es que tienen un carácter progresivo, como ocurre con el IRPF, lo que ayuda a redistribuir la riqueza.
Ejemplos de Impuestos Directos
Ahora vamos a ver unos ejemplos de impuestos directos, entre los cuales podemos destacar el impuesto de sociedades, el cual es uno de los más importantes, ya que la recaudación de dinero por parte de este medio hacia el estado es de un valor enorme. El siguiente ejemplo es el del impuesto sobre la renta, del cual ya habíamos hablado anteriormente, sin embargo hay que decir que este impuesto trata muy básicamente de los impuestos que se encarga de gravar toda la renta, ingreso, utilidad o beneficio, el cual es obtenido por personas físicas, sociedades y sucesiones indivisas, en determinado periodo fiscal. El último de los ejemplos de impuestos directos son las contribuciones a la seguridad social en donde las personas reciben beneficios o servicios en el reconocimiento realizado de las contribuciones realizadas durante su vida laboral como trabajador.
A diferencia de los impuestos al consumo, los cuales son los más comunes, los empleos directos se basan en el principio de la capacidad de pago, pero a veces se ven como un desincentivo para trabajar más y ganar más, ya que esto derivaría en pagar mas impuestos.
Ahora vamos a dejar una lista con los ejemplos de impuestos directos en nuestro país:
Declaración de la Renta
La declaración de la renta es un impuesto directo que se aplica a las personas físicas y está regulada por la Ley 35/2006 del 28 de noviembre y el Real Decreto 439/ 2007 del 30 de mayo. Es el impuesto directo por excelencia y es lo que la mayoría de personas entiende como «pagar impuestos». En este caso lo que grava son las rentas que ha obtenido una persona durante un ejercicio fiscal, en él se considera el trabajo como capital y se hace según una escala.
Impuesto sobre la Renta de no Residentes
La Impuesto sobre la Renta de no Residentes es un impuesto directo que se rige por el Real Decreto Legislativo 5/2004 del 5 de marzo y el Real Decreto 1776/2004 del 30 de julio. Este impuesto directo afecta en función de la renta que se obtiene en España por las personas que no están viviendo en el país pero que hacen actividades profesionales en España, o aquellos que se encuentran ahora desplazados. Un ejemplo claro de impuesto sobre la renta a los no residentes es el cobro de alquileres por parte de los expatriados.
Impuesto sobre Sociedades
El Impuesto sobre Sociedades se regula a través del Real Decreto Legislativo 4/2004 del 5 de marzo y el Real Decreto 1777/2004 del 30 de julio. Es la declaración del IRPF que se le aplica a las empresas y recae sobre el beneficio neto que obtienen las empresas, aunque es mucho menos progresivo que el IRPF.
Las empresas que son más pequeñas soportan tipos menores pero la parte más importante no son los tipos finales del Impuesto sobre Sociedades, son las deducciones que pueden aplicar las empresas haciendo que el resultado del tipo sea mucho más bajo.
Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones
Este Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones es otro impuesto directo que se aplica en España y que se basa en la Ley 29/1987 del 18 de diciembre y el Real Decreto 1629/1991 del 8 de noviembre. Recae sobre el dinero o los bienes que se reciben de forma gratuita o solidaria, comúnmente llamadas donaciones en vida o herencias.
Según en la comunidad autónoma en la que te encuentres se gestiona de una manera u otra y está sujeta a muchas exenciones según el grado de consanguinidad del heredero o de quien dona.
Impuesto sobre el Patrimonio
El Impuesto sobre el Patrimonio es otro impuesto directo que se rige por la Ley 19/1991 del 6 de junio y por el Real Decreto 1704/1999 del 5 de noviembre. Este impuesto directo afecta a la posesión de un patrimonio y que se supone que representa la capacidad económica adicional para quien posee este patrimonio. Este es que comúnmente se llama el impuesto de los ricos y se aplica a aquellos que tienen un patrimonio superior a los 700.000 euros sin incluir la vivienda habitual hasta 300.000 euros.
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