Ejemplos de bienes complementarios

En microeconomía y marketing, los bienes complementarios son aquellos bienes que dependen de otro. En este sentido, cuando el precio del bien primario sube, la demanda de los bienes complementarios tiende a disminuir (aunque hay otros factores que influyen). A continuación te mostraré algunos ejemplos de bienes complementarios para que te quede totalmente claro en qué consisten.

bienescomplementarios

Qué son los bienes complementarios

En general es fácil entender que los bienes complementarios no son más que aquellos bienes que usualmente se consumen en forma conjunta, o que cuentan con la capacidad de otorgar una mayor utilidad si son consumidos en forma conjunta.  

De este modo, y para que lo entendría el ejemplo más típico y perfecto de bien complementario es el de los zapatos. Nadie compra un zapato para el pie izquierdo sin comprar, también, el zapato del pie derecho. Si te vendieran por separado los zapatos de cada pie, y el derecho fuese más caro que el izquierdo, aunque podrías comprar el izquierdo, no comprarías ninguno de los dos porque uno de ellos no puedes pagarlo, y quedarte solo con uno de los dos no tiene ningún sentido.

Cómo se establecen los bienes complementarios

Para medir esta relación se utilizan las curvas de indiferencia, donde, a medida que el precio del bien primario (eje vertical) sube, la demanda del complementario (eje horizontal) disminuye. Dos bienes complementarios puros formarían, en dicha gráfica, una L perfecta.

Sin embargo, no suele ocurrir así en la mayoría de productos. Hay muchos ejemplos de bienes complementarios que demuestran que esa L perfecta no se da. Por ejemplo, el caso de los coches. Resulta lógico pensar que si el precio del petróleo sube, la demanda de gasolina baja. Sin embargo, la relación no es tan perfecta ya que influyen otros factores. Y tampoco se da cuando el precio del petróleo baja (momento en el que debería adquirirse más gasolina).

Los bienes complementarios y la ley de la oferta y la demanda

Tras explicaros básicamente y de un modo claro que son los bienes de consumos vemos que estos están determinados y es importante para ellos establecer y que se fijen en la que se conoce como «ley de la oferta y la demanda». 

Esta «ley» no existe como tal grabada en piedra pero sí que podemos decir que se trata de un modelo económico desarrollado entre los siglos XVIII y XIX, perfeccionado en el Siglo XX, que permitió establecer una explicación para la variedad que se producía entre los fenómenos y procesos que se daban no solo en la macroenomía, sino también la microeconomía que es la que en definitiva afecta a los consumidores.

Haciendo un resúmen de la ley de la oferta y la demanda para determinar los bienes de consumo y en definitiva los que son bienes complementarios podemos decir que relacionan estos tres conceptos.

  • El precio del producto
  • La oferta, o el número de ejemplares que están disponibles en el mercado,
  • La demanda, o la disposición de los consumidores para adquirirlos.

A partir de estos se establecieron una serie de «leyes» que tenían que ver con la oferta y con la demanda y que permiten a empresas el guiarse por:

1) Cuando la demanda excede a la oferta, aumenta el precio del producto.
2) Cuando la oferta es superior a la demanda, el precio disminuye.
3) Cuando el precio disminuye, la demanda disminuye y aumenta la oferta.
4) Cuando el precio aumenta, la demanda aumenta y disminuye la oferta.
5) El precio tiende al nivel en el cual la demanda iguala a la oferta.

Si tenemos que relacionar todo esto con los bienes complementarios, podemos decir entonces que están muy ligados a lo mencionado ya que en realidad el comportamiento de producto incide de forma inevitable en el comportamiento del otro producto.

Ya he mencionado antes el ejemplo de la gasolina, pero veamos otro similiar: Imaginemos que tenemos un coche, y sabemos que este funciona con gasolina de modo que esta sería el bien complementario, pero su precio está condicionado siempre por la venta de los coches y a la vez,  el consumo de gasolina dependerá de la venta de coches.

Es por ello que podemos decir que los bienes complementarios le sirven a los fabricantes para que se puedan hacer idea de los movimientos y las condiciones que se establecen en cada mercado.

Beneficios de conocer los bienes complementarios

Sabiendo cuáles son los beneficios complementarios, los directivos y las empresas podrán replantearse su estrategia comercial o de qué modo se van a establecer los precios, buscando además la creación de bienes sustitutos y de más bienes complementarios.

Además con su conocimiento se pueden estudiar las debilidades y fortalezas de su fuerza de ventas, además de prevenir a corto, medio y largo plazo si un producto se va a vender o no, y encargar prospecciones externas sobre la oferta y la demanda.

En cuanto a los compradores o consumidores, conocer los bienes complementarios, les permite orientarse a la hora de decidirse por elegir un producto determinado dentro de la amplia oferta que encontramos a día de hoy.

Veamos a continuación otros ejemplos que os servirán para entender algo mejor cuáles son los bienes complementarios.

Ejemplos de bienes complementarios:

Los videojuegos son por ejemplo un bien complementario ya que estos necesitan de la consola para que se puedan jugar y en definitiva vender y viceversa dado que una bajada drástica del precio de los videojuegos provocaría que mucha gente optara por comprarse una videoconsola, aumentando sus ventas. 

También la tinta de impresora sería un bien de consumo en relación a la impresora y a que, en función de su precio, condiciona a que compremos una impresora determinada u otra.

Veamos un ejemplo algo más complejo, relacionado con el uso del transporte público del que podemos hablar en términos de bien complementario si tenemos en cuenta que el encarecimiento de las tarifas de metro y autobús puede hacer que la gente se decante por la moto o el coche, mientras que un sistema de transporte urbano gratuito o muy económico haría que mucha gente no se pensara en coger el coche para nada.

Si miramos mucho más allá podemos decir también por ejemplo que un bien complementario sería que el negocio de las armas con respecto a las guerras, ya que si disminuyen las guerras se disminuye la venta de armamento.

Espero que con los ejemplos de bienes complementarios que hemos dados (el de los zapatos y el de los coches y la gasolina), te haya quedado claro qué son y cómo funcionan. Son una parte de vital importancia en la economía, así que nunca está de más conocerlos.

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2 comentarios en «Ejemplos de bienes complementarios»

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